Además de por la calidad de sus jamones y carnes, el cerdo ibérico es un animal muy especial con características únicas en su especie
Si algo sabes del cerdo es que su carne es de las más apreciadas del mundo. Prueba de ello es que, detrás del pollo, es la más consumida a nivel mundial. En nuestro país, sin embargo, la carne porcina gana por goleada y es la más habitual en nuestras mesas. Esto da una idea de nuestro gusto por el jamón ibérico de bellota y las chacinas y otros embutidos ibéricos de calidad. Además de por las carnes como la presa ibérica o el secreto, por supuesto. Este protagonismo es motivo suficiente para conocerle un poco mejor a través de 7 curiosidades del cerdo ibérico. Sigue leyendo para ver cuántas de ellas conocías.
¿Conoces las curiosidades del cerdo ibérico que lo convierten en un animal tan especial?
1. El cerdo ibérico produce una carne única
En general, ya se sabe que del cerdo se aprovechan hasta los andares. No digamos ya del cerdo ibérico, una raza particularmente especial por la cantidad de grasa que se infiltra entre sus músculos y fibras cárnicas, consecuencia de la combinación del ejercicio con la ingesta de bellotas. El resultado se traduce en un sabor único y especial tanto a la carne como de los jamones y embutidos ibéricos.
2. Es muy comilón
En época de montanera, el cerdo puede llegar a comer entre 8 y 10 kilos de bellotas, además de otros 2 ó 3 kilos de hierbas y raíces que encuentra en el suelo. Si te preguntas qué comen los cerdos ibéricos, recordemos que son animales omnívoros. Así, y todo, criados en libertad se alimentan fundamentalmente de hierbas y frutos, aunque también de algunos insectos y pequeños invertebrados. Respecto al agua, tampoco se quedan cortos: su ingesta puede alcanzar los 50 litros de agua al día.
3. Comen, pero a cambio hacen también mucho deporte
Los cerdos ibéricos en la dehesa viven en régimen extensivo. Esto quiere decir que están en libertad y que pueden ir de acá para allá a su antojo. De hecho, así lo hacen, y su motivación fundamental para salir a andar y correr es la comida. Por ella, son capaces de recorrer hasta cerca de 15 kilómetros diarios hozando la tierra y buscando bellotas y alimento.
4. Son exquisitos
Lejos de lo que pueda parecer y, a pesar de que el cerdo ibérico mantiene una alimentación omnívora, también tiene sus preferencias. Entre ellas se encuentra la bellota, que por cierto pela antes de tragar. Además, su sentido del olfato está muy desarrollado y son capaces de encontrar trufas y otros alimentos interesantes para ellos hasta los 5 metros de profundidad en la tierra.
5. No son sucios
Aunque los veas en las charcas cubrirse de barro, aumentando su color marrón grisáceo y su fama de “cochinos”, no lo hacen por falta de higiene, sino todo lo contrario. Los cerdos ibéricos no sudan porque no tienen glándulas sudoríparas, y por ello necesitan regular su temperatura corporal a base de agua. Además, cubriéndose con estos barros, también protegen su piel del calor y de los insectos.
6.Es posible que hayas observado que los cerdos siempre están mirando al frente, o hacia abajo. Se debe a que, por la disposición esquelética de sus vértebras, no pueden girar el cuello hacia arriba.
7. Evolutivamente, el origen del cerdo ibérico se encuentra en el Sus Mediterraneus.
Sus ancestros no eran sino jabalíes prehistóricos que se fueron extendiendo por el literal mediterráneo y las costas africanas. En la península ibérica se asentaron en Extremadura, Andalucía y Salamanca dentro de España, aunque también lo hicieron en el sur de Portugal.
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