El jamón y los embutidos ibéricos por el momento se libran de las represalias chinas en su guerra comercial con Europa
Los que siguen con interés las noticias de economía posiblemente hayan oído hablar de la existencia de una crisis comercial con China. En los últimos meses, las relaciones comerciales entre España y China se han visto marcadas por una tensión creciente, hecho que ha afectado gravemente a sectores clave de la economía española, como es la de la industria del cerdo. Sigue leyendo, porque te explicamos cómo afecta la crisis de los aranceles en China al sector ibérico.
Desde la UE se han aumentado los aranceles de los coches eléctricos chinos, hecho que ha motivado una guerra comercial que salpica a la industria del cerdo en España
Qué ha pasado
Aunque la crisis se haya originado en la exportación del gigante asiático de coches eléctricos, a los que la Unión Europea ha impuesto nuevos aranceles, el enfado de China ha provocado una situación que ha salpicado también a otros sectores. El más importante para nuestro país ha sido el de la exportación de productos porcinos.
Europa justifica los aranceles como medida contra los subsidios ilegales de China, pero desde Beijing ha respondido con acusaciones similares hacia el sector porcino y lácteo europeo.
Las relaciones comerciales entre España y China
China resulta ser uno de los mayores importadores de porcino de nuestro país. Hablamos especialmente del cerdo blanco, y no sólo de sus embutidos, sino de toda la carne del cerdo y lo que se conoce como subproductos (grasas, vísceras, etc). Sin embargo, los chinos cada vez aprecian más el jamón ibérico español, y por ello España también exporta a China cada año miles de piezas de jamones ibéricos y paletas.
En noviembre de 2018 se firmó un acuerdo comercial entre España y China para permitir la exportación de jamones e ibéricos.
Según elEconomista, sólo en el año 2023, exportamos allí casi 60 mil toneladas de jamones y paletillas, tanto ibéricas como de cerdo blanco. Junto con el resto de los productos porcinos en forma de chacinas y embutidos, este medio de información económica refiere ventas por valor de 37 millones de euros al país asiático. Estas cifras, unidas al hecho de que la venta total a China supone el 20 por ciento de toda nuestra exportación porcina a nivel mundial, han disparado todas las alarmas en nuestro país.
China estudia vetar las importaciones de cerdo desde Europa, y ambas partes mantienen investigaciones y restricciones comerciales que afectan negativamente a su cooperación económica.
La preocupación desde el sector ibérico
En lo que concierne al sector ibérico también estamos preocupados, por supuesto. Al fin y al cabo, los cerdos ibéricos y los cerdos blancos van en el mismo lote arancelario. Es decir, que los impuestos de importación son los mismos con independencia del producto cárnico y de la raza del cerdo. Por más que se investigue un tipo de artículo cárnico distinto al nuestro, cualquier aumento abundará en el precio final de venta y pondrá en riesgo la exportación en el sentido de limitarla. Es por ello que, desde ASICI, actualmente luchan para que se consideren productos diferentes.
La carne de cerdo ibérico, que se ha ganado un lugar de prestigio en el mercado chino por su alta calidad y su sabor distintivo, teme salir perjudicada por la crisis de los aranceles con China y otras restricciones comerciales.
Así las cosas, los ganaderos y productores del ibérico hemos tenido suerte. La razón es que la inspección a la industria y artículos porcinos que está iniciando China como “castigo” a los aranceles de los coches por el momento no está afectando a nuestro producto. En este sentido, el gigante asiático no va a investigar el jamón ibérico ni sus embutidos.
España busca alternativas de mercado
La crisis de los aranceles entre España y China no ha surgido de la noche a la mañana. Se enmarca dentro de un contexto más amplio de tensiones comerciales globales, exacerbadas por la pandemia de COVID-19, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y los problemas geopolíticos en Europa.
En cualquier caso, el mercado ya viene observando en los últimos años una ligera tendencia al descenso de exportación a este país oriental. Y este hecho está motivando la búsqueda de alternativas de mercado a otros países.
A los chinos les encanta el cerdo, y también aprecian sus productos más gourmet como el jamón ibérico de alta gama. Así quedó patente en la visita de una cadena de televisión China a Dehesa de Solana
A pesar de que se buscan soluciones diplomáticas entre ambos países, actualmente la crisis comercial entre la Unión Europea y China sigue sin resolverse. Por el momento, las reuniones entre nuestro presidente del gobierno con los mandatarios chinos no han terminado en acuerdo. Seguiremos el asunto muy de cerca.
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(Fotos Copyright Dehesa de Solana)
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