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Estamos cada vez más cerca del verano, momento álgido del año en términos de dietas para adelgazar. Es ahora, precisamente, cuando se plantean más dudas y la pregunta del millón: ¿El jamón ibérico engorda? O lo que realmente nos importa: ¿Puedo comer jamón ibérico dentro de una dieta de adelgazamiento?
El jamón ibérico es uno de los alimentos esenciales de la dieta mediterránea, considerada la más saludable del mundo
La palabra “dieta” no es sinónimo necesariamente de adelgazar. Lejos de ello, se refiere a lo que uno come regularmente en su día a día. Otra cosa es que uno quiera comenzar un régimen de adelgazamiento, en cuyo caso tendrá que prestar atención a la relación entre la ingesta de calorías y consumo de energía que haga a través del deporte y la actividad metabólica propia de su edad y sexo.
Como cualquier alimento, el jamón ibérico contiene calorías, aunque en cantidades variables dependiendo del tipo de jamón y de cómo se prepare.
Hecha esta distinción, sin duda el jamón ibérico es un manjar gastronómico y totalmente natural que haremos bien en incluir en nuestra dieta si buscamos mantener una forma de alimentación saludable.
Lo que más engorda del jamón es la grasa. Sin embargo, es una buena fuente de proteínas y minerales, por lo que puede formar parte de una dieta equilibrada
El jamón ibérico engorda al igual que engorda cualquier cosa que comamos. Las calorías del jamón ibérico pueden variar dependiendo de algunos factores. Entre ellos está el tipo de corte (jamón, paleta), el nivel de grasa visible, y la cantidad de grasa infiltrada en el tejido muscular. Además, es un producto que contiene sal, hecho deberá tenerse en cuenta en algunos casos. Como referencia aproximada, 100 gramos de jamón ibérico suelen contener alrededor de 250 a 300 calorías.
Si se busca hacer una dieta restrictiva e hipocalórica, será importante considerar el tamaño de la ración de jamón al calcular la ingesta de calorías. Dicho esto, actualmente existen dietas de adelgazamiento muy efectivas que prescinden del conteo de calorías y se basan en la selección de alimentos y/o en la combinación de estos.
Como con cualquier alimento, es importante tener en cuenta el tamaño de la porción y el equilibrio general de la dieta para mantener un estilo de vida saludable.
En términos de calorías, el consumo de jamón ibérico puede ser alto si se come en grandes cantidades. Esto se debe fundamentalmente a que contiene grasa. Sin embargo, recordemos que la grasa de este tipo de jamón ibérico es única en cuanto a sus propiedades. Como componente lípido que es, esta grasa es rica en ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, que es un tipo de grasa saludable que puede ayudar a reducir el colesterol LDL (colesterol “malo”) y mejorar la salud cardiovascular.
El jamón ibérico contiene proteína y grasa, estando por ello permitido sin limitación de cantidad en las dietas proteinadas, bajas en hidratos o lipídicas como la cetogénica
En la actualidad, a la hora de adelgazar existen corrientes nutricionales que van mucho más allá del conteo de calorías. El problema de casi todas ellas es que uno pasa hambre, y por ello hoy las tendencias apuntan hacia otro tipo de dietas. En ellas se contemplan los cambios químicos que se producen en el cuerpo en función de la ingesta de alimentos.
Las dietas más destacadas de los últimos años apuestan, en general, por un aporte mayor de proteínas e incluso de grasa, a cambio de una disminución en la ingesta de hidratos de carbono. Esto hace que el jamón ibérico sea un alimento permitido en la dieta, además de muy deseable por sus propiedades nutricionales y por el efecto saciante de la proteína y de la grasa.
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