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Todos sabemos que el cerdo come bellotas. Este hecho es, sin duda, uno de los mayores reclamos cuando se trata de anunciar las bondades del mejor jamón ibérico. Sin embargo, la bellota, al igual que cualquier fruto, es estacional, y no existe durante todo el año. ¿Qué comen los cerdos ibéricos cuando no hay bellota? Sigue leyendo para averiguar en qué consiste la alimentación del cerdo ibérico en las distintas etapas de su vida.
La bellota, que puede ser de encina, alcornoque, roble o quejigo, es un fruto estacional que en la dehesa se produce desde el mes de noviembre o finales de octubre y se prolonga hasta entrado el mes de marzo
Cuando al jamón ibérico le sigue el apellido “de bellota”, nadie duda de que tiene la mejor calidad
Casi todos conocemos esta etapa de la alimentación del cerdo. Además de ser la más lucida y bonita de ver en el campo, la estampa de los cerdos hozando entre encinas y entre pastos verdes es la prueba final que garantiza el jamón ibérico de la gama más alta. La montanera forma parte de la alimentación del cerdo ibérico: es la mejor época para ellos, porque es cuando se produce la bellota, uno de sus alimentos favoritos, y responsable en gran medida de las propiedades organolépticas de la carne de mayor calidad. El mejor ejemplo lo encontramos en el jamón ibérico de bellota pero también en otras chacinas como el chorizo, el salchichón y, por supuesto, cualquiera de sus carnes magras.
Sin embargo, al festín de la montanera no acuden todos los cerdos, sino aquellos reservados a la calificación posterior de cerdo ibérico de bellota. Esta ingesta coincidirá con la fase final de su vida y será lo que coma durante los meses previos a su sacrificio.
Durante la montanera el cerdo puede llegar a comer hasta 8 kilos de bellotas y otros 2 ó 3 de hierbas y ganar hasta el 50% de su peso
Con frecuencia se oye hablar de jamones provenientes de cerdos que sólo han comido bellota. Esta afirmación es un reclamo comercial: como decíamos, la bellota es un fruto estacional. Por otro lado, la normativa de calidad estipula que los cerdos ibéricos no saldrán a la montanera hasta aproximadamente los 12 meses de edad. En cualquier caso, lo mejor es atender a la trazabilidad presente en el etiquetado del jamón.
Como es de esperar, la alimentación del cerdo varía por etapas de su vida: mientras son crías se denominarán lechones y tomarán sólo leche. Lo harán hasta que cojan unos 12 y 15 kgs de peso y posteriormente se producirá el destete, aproximadamente entre los 30 y los 45 días desde su nacimiento. Su etapa como lechones terminará cuando alcancen aproximadamente los 25 kilos de peso vivo, y desde entonces, irán incorporando a su alimentación tanto el pienso, como los recursos naturales del campo obtenidos en su crianza en extensivo.
Recordemos que el cerdo ibérico es criado en régimen extensivo. Esto quiere decir que sale al campo a correr y a buscar comida. Cuando no hay bellota disponible en el campo, el cerdo sigue hozando entre las encinas de la dehesa y comiendo lo que encuentra en el campo, dejándose guiar por su fino olfato. Como omnívoro que es, comerá de todo: desde hierba hasta gusanos, raíces y tubérculos, hongos e incluso pequeños invertebrados.
La alimentación del cerdo ibérico se completa con piensos naturales en los meses de calor y en los que hay menos recursos naturales. Estos piensos están compuestos de productos entre los que se encuentran los cereales y las leguminosas. En Dehesa de Solana, estos piensos están realizados en el molino de la propia explotación y a base de cultivos propios, con la garantía de máxima calidad.
Fábrica de piensos de Dehesa de Solana
Para la alimentación del cerdo ibérico manteniendo los principios del bienestar animal, Dehesa de Solana fabrica sus propios piensos naturales a partir de cereales nobles y dentro de un modelo circular y sostenible
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