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Si existe un protagonista indudable en todas las mesas españolas a la hora de celebrar las fiestas, ese es el jamón ibérico. Hablar de jamón en Navidad es sinónimo de hablar de amigos, de familia y de celebración. ¿De dónde viene la tradición de comer jamón en estas fechas? Sigue leyendo para descubrir qué tiene de tradicional el consumo de jamón en Navidad.
Tal tradicional como los turrones, el jamón en Navidad se convierte en uno de los imprescindibles de la mesa.
Sea en su forma más clásica de la pieza completa o en su versión más cómoda a base de loncheados ibéricos, el jamón ibérico como regalo de empresa resulta uno de los más codiciados en Navidad
En cada familia es diferente: en algunas casas el jamón apenas llega a la mesa, porque ya en la cocina los pequeños de la casa “atacan el plato”. Otras veces, el que asume el rol de cortador de jamón se come la mitad él solo, o misteriosamente desaparece por el camino. Las posibilidades son múltiples, pero todas tienen en común una cosa: el jamón ibérico es uno de los platos más celebrados en cualquier ágape familiar.
Especialmente en estas fechas, el jamón en Navidad se espera como agua de mayo.
A pesar de que se consume a lo largo de todo el año, el jamón en Navidad adquiere un valor que va más mucho allá de la gastronomía, convirtiéndose en el centro de la mesa. Esto hace de su consumo toda una tradición que viene de antaño. Concretamente nos remite a otras culturas como la germánica, en la que, según dicen, se sacrificaba a un jabalí para ofrecérselo a los dioses. Por otra parte, los historiadores también se refieren al cerdo como un animal simbólicamente vinculado a la abundancia y cuyos productos se podían conservar durante largo tiempo en sal. Tal es el caso de los jamones, que se reservaban para comer en ocasiones especiales. Hasta la llegada del cristianismo, lógicamente, no había una vinculación expresa a esta celebración religiosa.
El jamón, bien sea asado o en salazón, ha sido protagonista de las mayores celebraciones culinarias a lo largo de los tiempos y partiendo de tradiciones paganas.
Hoy en día, el jamón ibérico continúa siendo un alimento gourmet de categoría “premium”. Esto hace que tal vez no se coma todos los días, pero sin duda es un producto que ya resulta muy habitual en cualquier despensa y que no puede faltar en reuniones familiares y celebraciones especiales como las navideñas, tanto en sus comidas como en sus cenas.
Hace tiempo que el jamón ibérico ha dejado de ser un producto prohibitivo o destinado a consumidores “ricos” como sucedía antes. En los pueblos de antaño, apenas lo podían comer el médico, el cura y el maestro, y este porque se lo regalaban. Aún así, por su precio, conserva el carácter de alimento más ocasional y festivo, y es uno de los regalos de Navidad más deseados en las empresas.
¿Qué jamón elegir esta Navidad?
Sabiendo que el jamón es esa comida que todos vamos a “pedir por Navidad”, a muchos se les plantea ahora la duda de qué tipo de jamón ibérico comprar. O incluso si decantarse por una paleta ibérica en lugar de jamón. Para resolver el dilema, por nuestra parte, tanto los jamones de Dehesa de Solana como las paletas son todos ibéricos, y tenemos distinta variedad en cuanto a lo siguiente:
-Cebo o de bellota.
-Producto con la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura.
-Variedad en el peso del producto entero.
-Posibilidad de adquirir el jamón y. la paleta loncheada, al igual que otros embutidos ibéricos preparados en sobres.
-Asimismo podrás elegirlo en función del peso que prefieras, entero o loncheado.
Asesórate consultando con tu proveedor habitual de Dehesa de Solana, en nuestra tienda online viendo los lotes de Navidad o contactando con la fábrica si deseas pedirlo directamente allí.
En Dehesa de Solana contamos con diferentes tipos de jamones y paletas para satisfacer la demanda de todos los bolsillos y necesidades, y todos cuentan con la etiqueta de la trazabilidad que asegura el tipo de jamón y su calidad.
(Foto portada: Mostrador de la tienda Dehesa de Solana)
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